• Expertos sobre movilidad urbana e interurbana participan en la Jornada sobre Movilidad Sostenible e Inteligente, organizada por Grupo Eysa, para dar las claves de los próximos años

Madrid, 25 de junio de 2024. – Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), que se están implantando en todas las ciudades españolas con más de 50.000 habitantes, se transformarán durante los próximos años para mejorar la sostenibilidad y la movilidad que pretende alcanzar este modelo. A esta conclusión ha llegado Daniel A. Rodríguez, profesor y director del Instituto de Transporte de Berkeley Universidad de California en el evento organizado ‘De las Zonas de Estacionamiento Regulado a las Zonas de Bajas Emisiones y del Peaje Tradicional al Peaje de Flujo Libre’, organizado por el Grupo Eysa.

El director del Instituto de Transporte ha hecho un repaso por las principales medidas en movilidad sostenible y ha indicado que “estas Zonas de Bajas Emisiones se implantan en una primera fase con un modelo común en todo el territorio nacional, como ha ocurrido en España”. Sin embargo, las ciudades crecen de manera diferente con el paso de los años, lo que provocará que el modelo inicial que vemos en la actualidad quede desfasado. Esto es lo que ha ocurrido en otras ciudades del mundo como Londres o Gotemburgo.

Otro de los modelos que ha resaltado Rodríguez ha sido el cobro por uso del coche tanto en ciudades como en vías interurbanas y que dependan de tarifas diferenciadas por la hora del día, la zona donde se circula, los ocupantes del vehículo y el tipo de coche. Para ello, la tecnología juega un papel fundamental en la modernización de la movilidad. En este caso concreto, para implantar este sistema se debe contar con la colaboración de todos los actores implicados (usuarios, vehículos, empresas del sector y administraciones) para garantizar la eficiencia y el cuidado de todos los ciudadanos. Además, este modelo ayuda a financiar nuevas medidas en movilidad ya que las administraciones de Londres o Gotemburgo recaudaron durante el último año un 10% y un 50% más en el apartado de movilidad urbana.

La seguridad vial y las nuevas directrices en movilidad están conectadas. Según los últimos datos, cuanto más moderna es la movilidad en una ciudad, mayor es la seguridad en la vía, tano para vehículos como peatones, pasando por la micromovilidad (bicicletas, patinetes, motosharing). De ahí, que durante la jornada se haya pedido potenciar el desarrollo de la DGT 3.0, donde se permite a todo el ecosistema de movilidad estar conectado en tiempo real.

Por último, el director del Instituto de Transporte de Berkeley ha destacado el reto al que se enfrenta España a la hora de crear una infraestructura estratégica para la instalación de puntos de carga para coches eléctricos. Según las últimas cifras del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), nuestro país necesita entre 65.000 y 95.000 puntos de recarga y una inversión de 8.000 millones de euros en la red de distribución para alcanzar la cifra de cinco millones de vehículos eléctricos en 2030. Por ello, “para cumplir con los niveles de contaminación marcados por los organismos internacionales es necesario adoptar medidas más sencillas y eficientes a corto plazo”, indica el profesor.

El impacto de las soluciones para entornos interurbanos

La Ley de Movilidad Sostenible, que se está tramitando en el Congreso de los Diputados, pretende establecer la movilidad como un derecho para los ciudadanos. En este aspecto, las vías interurbanas juegan un papel clave, ya que la conexión entre ciudades supone unos grandes beneficios sociales y económicos, pero que al no controlarse redunda negativamente en la sostenibilidad.

“El mundo del peaje de por sí es más sostenible porque ha reducido considerablemente sus infraestructuras, ya no son necesarias las casetas, sino que con pórticos con conexión a la nube las 24 horas del día no es necesario hacer que los vehículos se detengan o tengan que esperar con el motor encendido largas colas”, explica Pedro Puig-Pey, experto en movilidad.

En otro países, como Portugal, Argentina o Brasil, se han implementado los peajes muli-line free flow, ayudando a reducir la emisiones de CO2 en las vías interurbanas. Así, según los últimos datos en estos países, este nuevo modelo de peajes aumenta la seguridad vial en las carreteras. Además, este tipo de infraestructuras, ubicadas en puntos estratégicos, pueden ayudar a medir las emisiones de los vehículos más contaminantes haciendo un seguimiento continúo y ofreciendo la posibilidad de tomar decisiones al instante por parte de las administraciones.